lunes, 10 de agosto de 2009

NOVIAZGO CRISTIANO "COMO EL VARON ME DEBE TRATAR"

CONSULTA: de una joven creyente, muy fiel al Señor. Es soltera y quiere saber cómo debe tratar a los varones que le invitan a salir, para evitar que toda salida termine en romance.

Gracias por tu consulta. Te felicito por ser una joven que todos los varones quieren invitar a salir. Dale muchas gracias a Dios por haberte hecho de esa manera. Sin embargo, te aconsejo que seas muy cuidadosa con las invitaciones a salir que aceptas. No es conveniente para tu testimonio como hija de Dios que aceptes invitaciones a salir con todo aquel que te lo pida.
Por regla general, antes de aceptar a salir con alguien, trata de conocerlo lo mejor que puedas. Dentro de esto, lo que más te debe importar es si el que está invitando a salir es creyente, y más aún, si es un creyente maduro, de otra manera, podría ser que salgas con un joven que en lugar de ayudarte a crecer espiritualmente, te haga tropezar espiritualmente. En este proceso de conocimiento, es importantísimo que busques la dirección y la sabiduría de Dios mediante su palabra y la oración. Busca también el consejo de tus padres. Busca inclusive el consejo de los pastores o ancianos de la iglesia. Tal vez tu dirás: Pero yo no tengo la intención de comenzar una relación de enamoramiento o noviazgo con todo el que me invita a salir.
Está bien, yo entiendo muy bien eso, pero tú no sabes lo que está pensando la persona que te invita, y por eso es que necesitas la guía de Dios, de tus padres y de tus líderes espirituales. Si alguien te pide salir y tú no estás segura que eso es la voluntad ni de Dios, ni de tus padres, ni de tus líderes espirituales, te aconsejo que con mucha amabilidad, declines la invitación. Asumiendo que Dios, tus padres y tus líderes espirituales estuvieran de acuerdo en que aceptes alguna invitación a salir con un joven, te aconsejo que la salida sea por un corto tiempo, con el permiso de tus padres, informando a tus padres dónde vas a estar, a qué hora vas a regresar y cualquier otro detalle importante.
De ninguna manera aceptes ir a algún lugar apartado o donde no haya otras personas. Evita estar a solas con un hombre. Por otro lado, recuerda que la salida debe tener el propósito de conocerse, nada más. No permitas que tus emociones se involucren en esta etapa de la relación con un joven. Conversa sobre tu relación con el Señor, tu servicio en la iglesia, tus estudios, tus tareas, tus amigos, tu familia, tus planes, pero evita abrir tu corazón para albergar emociones. El trato que debe darte el joven con quien has salido, se encuentra en 1 Timoteo 5:2.
La Biblia dice que el trato a las jovencitas debe ser como a hermanas, con toda pureza. Este es el trato que debes demandar de cualquier joven que te invite a salir. Si sigues estos consejos, estoy seguro que evitarás que todas tus salidas terminen en romance. En lo futuro, Dios mismo te mostrará con claridad con cuál de los muchos que te pretenden, podrías comenzar una relación formal de enamoramiento o noviazgo.
Ps. Davidcontent





JARDIN DEL SEÑOR

Mi amado descendió a su huerto, a las eras de las especias, Para apacentar en los huertos, y para recoger los lirios. Yo soy de mi amado, y mi amado es mío; El apacienta entre los lirios” (Cantares 6:2, 3).

Una niña pidió a un hombre que cogiese una flor para ella.Cojer la flor para la niña fue un trabajo bastante simple, pero, cuando ella le pidió que la devolviese al lugar donde estaba anteriormente, él se sintió impotente y confuso, como nunca había se sentido antes. ¿Como decir que tal cosa era imposible de hacer? ¿Como explicar a los jóvenes que algunas cosas, cuando rotas o mutiladas, nunca más pueden ser sustituidas o restauradas?

¿Cuántos de nosotros pasamos la mayor parte de nuestras vidas lamentando actitudes tomadas en la pasado? ¿Cuántos de nosotros desaprovechamos grandes oportunidades de una vida feliz y saludable al dejarnos llevar por un momento impensado de busca de placer y diversión? ¿Cuántos de nosotros ya dijimos: “Yo tengo que aprovechar mientras soy joven. Después me preocuparé por las cosas serias?

Muchas veces, en un pequeño momento de imprudencia, arrancamos la flor de nuestra felicidad sin percibir qué ella jamás podrá ser recolocada en su debido lugar. Cuando la cogemos, se muestra bonita y perfumada, pero luego marchita y pierde el aroma y, nunca más tendrá el mismo encanto.

El jardín de nuestra vida no debía ser tocado por las manos de las drogas, del humo, del alcohol, de la prostitución, de la deshonestidad, y de tantos otros males que quiebran y mutilan nuestra vida espiritual y nuestra relación con Dios.
Muchas veces las heridas provocadas jamás son curadas o restauradas.

Dios nos creó para ser una bendición, para embellecer y perfumar los locales donde nos encontramos, para servir de ejemplo a ser seguido, para glorificar su maravilloso nombre.

Preserve su vida. Es un jardín del Señor .






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